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Pasada la pandemia (algo que no ocurrió), aflora el desafío de romper con una década de estancamiento en el segmento MiPyME (30/12/2020)
Pasada la pandemia (algo que no ocurrió), aflora el desafío de romper con una década de estancamiento en el segmento MiPyME

El 2020 será recordado por muchos motivos en la memoria colectiva, especialmente vinculados a la realidad sanitaria, a la cuarentena, la recesión y la pérdida de ingresos generalizada de la población. En el caso de las MiPyMEs, específicamente quedará marcado como el de mayor pérdida de empleos y de empresas en décadas, aún sin certezas respecto de su recuperación. 

Considerando las cifras difundidas por AFIP en su boletín de seguridad social, puede tenerse una aproximación cruda de la realidad del segmento PyME durante la pandemia, como también repasar las tendencias que arrastraba en los últimos años. 

Las estadísticas permiten evaluar la cantidad de empleadores que realizan aportes a la seguridad social, como también la cantidad de empleados formales correspondientes. 

Cuando se examina la evolución de la cantidad de empleadores, se aprecia en primer término que la cantidad de empleadores en 2019 era apenas 1% superior a la de 2009. Se manifestó un marcado estancamiento en la cantidad de empresas MiPyME entre 2011 y 2017, y desde 2018 comenzó un declive que se transformó en una abrupta caída en 2020. En 2018 había caído el número de empleadores en torno a 1,8%, en 2019 2,3% y los registros de 2020 (datos hasta septiembre) manifiestan una merma de 4%. 

Así entre septiembre de 2017 y septiembre de 2020, la caída en el número de empleadores MiPyME fue de 7,3%, que resulta sustancialmente mayor caída que la que se manifestó entre 1998 y 2002 (en ese periodo cayó 4,9% el total de empleadores). En este indicador, en lo que va de 2020, el peor registro se verificó en mayo.

En suma, tomando en cuenta las últimas cifras disponibles, en 2020 existen 21.000 empresas MiPyMEs menos que hace un año (empleadores), y ubica a este indicador en niveles como los experimentados 12 años atrás. En este sentido, luego de dos años de recesión en la gestión de cambiemos, el 2020 da un golpe de knock out a los empresarios PyME.

Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea sobre la base de AFIP.

Nota: Se considera MiPyMEs a las empresas de hasta 100 empleados, en lugar del criterio oficial basado en facturación, de acuerdo con la información disponible

Lógicamente, el impacto en las empresas tiene un correlato directo en la generación de empleo formal MiPyME (y también en el autoempleo, empleo familiar y otras formas de empleo, aunque aquí no se incluye medición de esas modalidades). El empleo MiPyME se redujo 4,2% interanual en septiembre. El peor registro se evidenció en mayo, cuando el empleo caía 5,9% interanual.

La dinámica histórica es similar a la planteada en las estadísticas de empleadores. Se manifestó un periodo de estancamiento marcado en 2011-2017 y luego 3 años de declive, para acumular una merma de 7,4% respecto de 2017.

En el último año, con las cifras disponibles que corresponden a septiembre, se manifiesta una disminución de 140.000 empleados formales en el segmento MiPyME, además que una porción significativa de los puestos que se han preservado ha recibido asistencia para poder ser sostenidos.

Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea sobre la base de AFIP.

Nota: Se considera MiPyMEs a las empresas de hasta 100 empleados, en lugar del criterio oficial basado en facturación, de acuerdo con la información disponible

Por último, vale la pena señalar la dinámica comparada con las grandes empresas, que se ha manifestado en la mayoría de las crisis que experimentó Argentina. En primer lugar, refleja una debilidad estructural del segmento PyME, que ha enfrentado un mayor ajuste en los últimos años recesivos. Por otro lado, también permite apreciar que la del 2020 ha sido una crisis que no distinguió tamaño de empresa, y afectó también severamente a las grandes. También hubo marcadas diferencias sectoriales.

Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea sobre la base de AFIP.

Nota: Se considera MiPyMEs a las empresas de hasta 100 empleados, en lugar del criterio oficial basado en facturación, de acuerdo con la información disponible

La preocupación mayor ahora se ubica en las posibilidades de recuperación, a corto y mediano plazo. Existen sectores aún paralizados, como ocurre con la industria turística y actividades relacionadas, y la mayor parte de los segmentos PyME con reducción de ingresos, pues atienden a mercados de consumo fuertemente afectados por la pérdida de ingresos de la población.

En medio de la pandemia, el IERALPYME en su habitual relevamiento de expectativas preguntó qué obstáculos para el crecimiento eran los que las empresas consideraban más severos, y la caída de ingresos debido a la pandemia no se ubicó en los primeros lugares. Fue señalado como obstáculo, de importancia, sí, pero entre los primeros obstáculos que destacaron las empresas se ubicaron la presión tributaria, la incertidumbre macroeconómica, el costo laboral, la volatilidad del tipo de cambio y la inflación. Es decir, pasada la pandemia (y aún no pasó), todavía queda una importante mochila que cargar para lograr una economía que crezca de forma sostenida y con un universo PyME en crecimiento.

Fuente: IERAL de Fundación Mediterránea por Marcos Cohen Arazi