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Entrevista a la empreteca Ileana Lacabanne, ganadora del "Premio Mujer Empresaria" de UNCTAD 2012 (12/07/2013)
Entrevista a la empreteca Ileana Lacabanne, ganadora del

En la tercera edición del Premio EMPRETEC a la mujer empresaria, organizado por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), un jurado integrado por especialistas en iniciativas empresariales femeninas, seleccionó entre cientos de candidatas presentadas por los Centros Empretec de todo el mundo, a la argentina Ileana Lacabanne, en la categoría "Microempresaria". La empreteca fue distinguida por su desempeño al frente de Chunchino Eco Bebé, una empresa que fabrica ropa para niños con diseño innovador, utilizando un proceso productivo responsable, que confecciona sus prendas con algodón agroecológico y siguiendo criterios de comercio justo. A fines de junio de 2013, Ileana también fue invitada a participar del "Primer Encuentro Biorregional de Género", organizado por el Foro de la Mujer de la Asamblea Parlamentaria Euro Latinoamericana, junto con la Presidencia Provisional del Honorable Senado de la Nación de la República Argentina, la Gobernación de la provincia de Tucumán y el Ministerio de Desarrollo Económico de Italia. En esta entrevista, la empresaria nos cuenta todo: los orígenes de su emprendimiento, su presente y lo que sintió con cada uno de los reconocimientos.

¿Qué es Chunchino Eco Bebé?
Chunchino eco-bebé es mi sueño haciéndose realidad. Significa lo que deseo para mis hijos convertido en una acción concreta. Creo que eso es lo que falta en el mundo: accionar, pero de la mejor manera, desde las acciones individuales y dando el ejemplo. Nació a fines de 2008 a partir de la enorme angustia de traer un hijo a este mundo tan desigual y dañado. Necesitaba encontrar algo que me permitiera sentir que podía modificar el contexto al que lo estaba trayendo, cuyo apodo es "Chunchino". Fue entonces que investigando sobre ecodiseño empecé a estudiar materias primas sustentables, procesos de producción de bajo impacto ambiental y alto beneficio social. Una cosa fue llevando a la otra y derivó naturalmente en prendas ecológicas para bebés con un concepto muy fuerte que resume mi deseo como madre y como profesional.

¿A partir del Taller EMPRETEC que realizaste en 2009 hubieron cambios en tu emprendimiento? 
Sí, antes del taller y con el frenesí del Start Up uno se confunde muy fácilmente: cree que sabe lo que no sabe y cree que no sabe lo que es capaz de manejar muy bien. Conmigo el taller produjo un cambio rotundo en cuanto al enfoque con el que miraba al proyecto. Me permitió tener una mirada más amplia, parándome un poco afuera del emprendimiento y de esa manera identificar cuáles eran las debilidades que de otra manera hubieran terminado por colapsar el proyecto. Ni hablar de lo que vino después: mi valiosísimo proveedora de Bambú es una empreteca como yo, el premio de Naciones Unidas, la red de contactos, entre otros. El taller me ha abierto puertas muy valiosas.

Cómo es un día en tu vida? ¿Cómo organizás tu tiempo? 
Muy mal, jaja, esa es la capacidad emprendedora que más me cuesta, pero es parte de mi personalidad. Es muy difícil para mí conciliar emprendimiento y familia, sobre todo cuando se trabaja con un concepto como el de Chunchino. Sería muy inconsecuente de mi parte que descuidara a mi familia por el emprendimiento. Entonces, es complejo con niños tan pequeños. En el tiempo que tiene Chunchino he criado dos bebés, y la lactancia prolongada, la crianza con apego, el estar presente como madre son valores míos y del emprendimiento. Y al mismo tiempo, Chunchino es un negocio, que sea un éxito, para mí significa, además, poder conciliar esto.

¿Qué sentiste al recibir el Premio a la Mujer Empresaria de UNCTAD?
Chunchino ya tenía premios en Argentina por su parte formal, digamos, estaban premiadas las prendas. Pero el Premio de Naciones Unidas es muy significativo porque está respaldando la esencia de Chunchino. Este premio se entrega a mujeres que llevan adelante emprendimientos que generan valor en las sociedades en las que están inmersas y al mismo tiempo prueban ser buenos negocios. Es mi objetivo ni más ni menos. Naciones Unidas ha premiado mi objetivo final, yo considero que aún me falta mucho para alcanzarlo... ¿Pero qué puedo decir? ¡Tengo el aval de Naciones Unidas! No es orgullo lo que siento, es respaldo, me siento acompañada en lo más importante de mi misión como mujer empresaria.

¿En qué consistió el "Primer Encuentro Birregional de Género realizado en Tucumán? ¿De qué manera participaste?
El encuentro fue convocado por el Foro EuroLatinoamericano de la Mujer y fueron tres días dedicados a analizar diferentes aspectos del empoderamiento femenino en los distintos ámbitos donde estamos las mujeres. Fui convocada a participar como caso paradigmático del rol de la mujer en la economía social en una mesa que compartí con otras emprendedoras locales y de Italia. Fueron jornadas muy inspiradoras donde conocer gente con experiencias de lo más diversas es lo que más enriquece. 


¿Qué consejos y recomendaciones darías a quien comienza a emprender?
Para mí lo más importante es emprender con visión de responsabilidad social y ambiental. No concibo el querer comenzar algo sin pensar en cómo vamos a afectar al prójimo y al planeta en el que vivimos. Además, creo que emprender de esta manera ofrece herramientas muy útiles a la hora de poner en práctica el emprendimiento desde la parte operativa y organizativa. De verdad es muy cómodo saber que uno está haciendo las cosas bien. Y por otro lado, lo que también sugiero es que den tiempo a que la idea madure, los conceptos sólidos son fundamentales para poder dar los pasos necesarios con seguridad. Chunchino viene fortaleciendo su concepto y eso me permite tomar decisiones y riesgos mejor medidos.

Fuente: EMPRETEC