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Las lecciones de 10 emprendedores para armar un negocio (02/05/2020)
Las lecciones de 10 emprendedores para armar un negocio

En una economía tan cambiante como la argentina, y en medio de un contexto marcado por la pandemia, emprender parece ser una acción reservada solo para valientes. No obstante, en esta nota, 10 dueños de pymes y emprendedores argentinos que superaron diversas adversidades se calzan el traje de mentores y ofrecen algunos tips para quienes quieran sumarse a la aventura de crear su propio negocio.

1- Saber escuchar

Cuando tenían 30 y 27 años, los hermanos Martín y Bruno Ferrari fundaron 123Seguro, un broker digital, con la idea de transparentar y agilizar la oferta de seguros. Era 2010, cuando aún poco se hablaba de insurtechs en el mundo y no había, en la Argentina, otra plataforma que permitiera comparar pólizas y servicios de varias aseguradoras.

En menos de una década, los Ferrari escalaron el negocio y fueron elegidos emprendedores Endeavor Argentina. Hoy, la empresa, nombrada en 2018 y 2019 entre las 100 insurtechs más innovadoras del mundo, emplea a 150 personas y cuenta con oficinas en Chile y Colombia, además de la Argentina.

Al sintetizar qué recomendarían a otros emprendedores, los hermanos trazan el siguiente punteo: “Aprender haciendo, no esperar a tener todo resuelto para lanzar el producto; escuchar todo tipo de feedback, especialmente el negativo; y rodearse de otros emprendedores, dado que sus experiencias, seguramente, van a ser útiles y viceversa”, comparten.

2- Prepararse para los cambios

Con una inversión inicial de u$s 20.000, Alfonso Bonfiglio y Ricardo Flores comenzaron a levantar los cimientos de Anclaflex, una compañía que se dedica a la fabricación y comercialización de revestimientos.

"Como regla número uno, recomiendo hacer un plan de negocio que incluya el cómo. Si no, ese plan de negocio no tiene sentido”, sostiene Bonfiglio, formado como contador y actual director de esta firma que emplea a poco más de 80 personas.

“También, hay que estar preparado y con la cabeza abierta para cambios permanentes y rápidos”. Y sabe de lo que habla. Anclaflex, que hoy exporta a Uruguay y Bolivia, se fundó poco antes de la crisis de que estallara la crisis de 2001.

“Uno de los primeros obstáculos fue que los clientes dejaban de pagar o pagaban con cheques a largo plazo, y era muy difícil pagarles a nuestros proveedores. Teníamos gran parte de nuestro capital de trabajo en la calle. En este caso nuestros clientes fueron fieles aliados para pasar aquella situación”, recuerda Bonfiglio, quien, antes de fundar Anclaflex, fue presidente del Grupo Etex, corporación belga que cuenta entre sus firmas con Durlock, Eternit y Cerámica San Lorenzo.

También comparte otra anécdota de la que pudieron aprender: “Vendíamos 8000 baldes por mes de masilla y estábamos por encima de nuestro punto de equilibrio, pero nuestro principal cliente, que nos compraba el 50% de la producción, nos empezó a exigir condiciones que no iban de la mano con lo que queríamos y tuvimos que tomar la decisión de dejar de vender 4000 baldes de un momento para el otro”.

En la actualidad, Anclaflex es una empresa familiar, con cabeza de multinacional, pero corazón de pyme. “Esto nos permite proyectarnos y pensar con prácticas de una empresa multinacional, pero con la flexibilidad y el ambiente que tiene una mediana empresa”.

3- Organizar prioridades

De Madre a Madre es un espacio de intercambio entre madres. Es, en otras palabras, una comunidad creada por la relacionista pública Fabiana Jafif, quien busca empoderar a las madres para que empiecen o continúen sus proyectos, sin sentirse condicionadas por el mandato social. Empezó como un blog, hace cinco años, cuando nació su primera hija. Hoy, organiza eventos, workshops y charlas con el fin de brindar herramientas para que las madres puedan comenzar y crecer con sus emprendimientos. Tiene más de 40.000 seguidores en las redes sociales y su página web cuenta con un promedio de 10.000 visitas por mes.

"Al momento de decidir emprender, lo primero que tenemos que tener en claro es el propósito, el para qué", recomienda Jafif, también mentora de la organización internacional Cherie Blair Foundation, que tiene como objetivo ayudar a mujeres que viven en situaciones vulnerables a emprender.

“La planificación es fundamental. Es como un barco que tiene que cruzar el océano- si no analizamos, planificamos la cantidad de ‘tripulantes' que vamos a necesitar y los posibles imprevistos con los que nos vamos a encontrar, es muy difícil llegar a destino”, agrega, y sintentiza en los siguientes puntos sus tips para emprender: “Creé en tu idea (tiene que ser viable), no pierdas tiempo en cosas que no son necesarias, organizá tus prioridades, hacé sinergia con otros emprendedores, mantenete alejada de las personas que te tiran abajo (es suficiente con el síndrome del impostor), el ‘no’ ya lo tenés, ¿por qué no ir en búsqueda de un sí?”.

El 7 de mayo, a las 16, Jafif brindará un montoreo grupal para emprendedoras que están un poco más avanzadas con su emprendimiento y necesiten escalar su negocio en el mundo digital.

4- Trazar un plan de negocios

Era 1987. Entonces, Carlos y Jorge Winokur, Horacio Mancini y Oscar Barletta comenzaron a darle forma a Vetanco, un laboratorio que desarrolla, elabora y comercializa productos para la salud animal y que hoy posee filiales en Brasil, Uruguay, Colombia, Panamá y México, y exporta a unos 40 países de América Latina, Sudeste Asiático, Medio Oriente, África y Europa del Este.

Egresado de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, Jorge Winokur, presidente de la compañía, no escatima al momento de aconsejar a las nuevas generaciones: “Me aseguraría que son profesionales bien formados académicamente; que no comiencen nada sin un muy buen plan de negocios a cinco años como mínimo; que se aseguren de conocer qué vínculos y puertas tienen disponibles para cada una de las etapas. Que no llegue un determinado momento en que el recurso necesario sea una persona, una fábrica o un consultor, o un equipo que no estén disponibles o accesibles en este mercado”, aconseja, al frente de la compañía que recibió el Premio Fundación Exportar en 2007 y 2010 y que actualmente se encuentra trabajando fuertemente sobre los estratos gerenciales, promoviendo y preparando a los próximos gerentes y directores de la firma.

El presidente de Vetanco, que en la Argentina emplea a unas 200 personas, cierra: “Y, si piensan hacerlo en América latina, que cuenten con un cierto grado de originalidad para poder competir sin acceso al costo de las grandes escalas”, concluye.

5- Resolver un problema

Pionera en el segmento de cerveza artesanal, la marplatense Antares se convirtió ya en un clásico de La Feliz. La firma, fundada hace 22 años por los ingenieros químicos Leonardo Ferrari y Pablo Rodríguez, y la diseñadora industrial Mariana Rodríguez, produce unos 400.000 litros de cerveza por mes y cuenta con 55 locales, entre propios y franquiciados.

"Hacé algo novedoso, distinto. Resolvele algo a la gente. No hagas nada que ya esté resuelto, lo tuyo tiene que tener algo mejor que lo de los demás o nuevo. Segundo: tenés que hacer algo que te apasione, te guste y ames. Si no te gusta tu emprendimiento no va a salir bien”, recomiendan sus fundadores de la firma que hoy emplea a 75 personas de forma directa en la fábrica y que exporta a los Estados Unidos, Paraguay y Ecuador.

Los primeros tiempos no fueron sencillos para ellos. "Nuestra juventud e inexperiencia en los negocios nos hizo subestimar lo que significaba llevar adelante un emprendimiento: programar las finanzas, controlar costos, administrar permisos y liderar un equipo de personas. Fueron tiempos durísimos y hermosos, con nuestros hijos de 1, 2 y 4 años revoloteando por la cervecería todo el tiempo y durmiendo en colchones desparramados por ahí”, recuerdan.

"El mayor desafío tal vez fue aprender el resto de las cosas que no tenían que ver con la cerveza. Lo superamos a los ponchazos, chocándonos contra la pared y levantándonos de nuevo", dicen.

Por eso, concluyen: “Llevate los errores como aprendizaje, no te rindas y sé perseverante. Estate preparado para tropezar y levantarte”.

6- Desarrollar tolerancia a la frustración

Nicolás Galarza Ricci es el creador de Quiena Inversiones, una fintech nacida en 2015, que se articula como una plataforma de inversión 100% online, y que opera en la Argentina, Uruguay y México. “Trabajamos para crear un mercado de capitales en la región; que funcione para financiar empresas locales en cada país donde operemos”, sentencia Galarza, que inició la empresa con solo 24 años y que planifica el desembarco en Chile.

Al momento de empezar la carrera de economía, Galarza ya manejaba su cuenta personal de inversiones. Para el final del mismo año había empezado un club de inversión con 12 individuos que, en conjunto, administraban un capital invertido entre todos. El proyecto creció a una firma de inversiones regulada por la comisión de valores de EE.UU. (SEC).

En 2015, viajó a Silicon Valley y, al volver a la Argentina, decidió convertir la firma de inversiones en lo que hoy es Quiena Inversiones.

Con un equipo tecnológico inició el desarrollo de la plataforma durante el programa de Fintech de NXTP Labs en Buenos Aires. Para mediados de 2016 había captado inversión entre un fondo de riesgo de la Argentina y aportes gubernamentales para desarrollo de tecnología.

"Es un camino muy desafiante. Es difícil todo el tiempo, es exigente, y requiere tener una alta tolerancia a la presión, estrés, y frustración. Entonces, debemos entrar a este mundo teniendo esto claro. Pero, si lo logramos, la recompensa de haberlo hecho es enorme”, comenta Galarza, al frente de la firma que recientemente empezó a ejecutar la inversión de u$s 2 millones para sumar nuevo talento.

"Hay que entrar a este mundo con una predisposición para aprender de todo. Aprender (y luego aplicar) es el trabajo de un emprendedor, por lo que no se puede pretender entrar con una actitud soberbia. Uno debe escuchar a todos, y aprender de todos. Siempre, tener una actitud abierta a escuchar y aprender”, agrega.

Y añade: "Uno tiene que ser austero en la vida. No me gusta gastar dinero en cosas en mi vida personal, ahorro todo lo que puedo. Sin embargo, cuando se trata de mi negocio, tengo una regla valiosa: si algo tiene una probabilidad razonable de llevar mi negocio a un siguiente paso, se hace sin cuestionar. ¡Siempre! Porque es en la ley de los grandes números que uno tiene éxito, y debemos estar buscando oportunidades de lograr la meta siempre, y ejecutar siempre”.

7- Pensar en grande

COR, una firma que ofrece una solución con inteligencia artificial para empresas de servicios profesionales (que venden horas), como agencias creativas, estudios, consultoras. Su soware predice rentabilidad de proyectos, fechas de entrega e inutilización de recursos. La compañía, reconocida por Stanford como el siguiente unicornio de América latina, fue fundada por Santiago Bibiloni, José Gettas y Martín Minces en 2017, tras una inversión inicial de u$s 325.000 de tres inversores ángeles, entre los que estaba Marcos Galperin, fundador de MercadoLibre.

En ese momento, Bibiloni, de 26 años, ya tenía experiencia emprendedora: había fundado Balloon Group años atrás, una agencia integral de e-commerce, con expertise en desarrollo web y marketing digital enfocado a performance, que hoy trabaja con más de 400 proyectos en 12 países y que tiene oficinas en Buenos Aires, Quito y Ciudad de México.

“Cuando emprendés una compañía tecnológica de alto crecimiento, no hay tiempo para lamentarse. Sí para aprender. Pero automáticamente tenés que pensar cómo resolvés el hueco que se dejó. Las trabas son constantes: clientes que te dicen que no, inversores que se caen, miembros del equipo que parten; uno se va fortaleciendo constantemente. Lo que no te mata te hace más fuerte”, reconoce Bibiloni, formado como comunicador social en la Universidad Austral, al frente de la compañía que hoy emplea a 34 personas y tiene clientes en 15 países.

Las lecciones de Bibiloni se centran en tres ejes: “Que encuentres un problema grande que le duela a mucha gente y/o empresas, y que ese problema te movilice por alguna razón trascendental; que, a la hora de solucionarlo, pienses en grande y vayas al mercado donde la oportunidad es mayor; y que mantengan el foco y perseveren. El que afloja, pierde".

8- Aprender de los errores

Guillermo Ortega comandaba una pyme familiar hasta que la crisis de 2001 lo llevó, como a tantas otras empresas, a presentarse en concurso de acreedores. Pero, dos años más tarde, volvió al ruedo y fundó, junto a dos socios, Sui Color, una compañía que se dedica a la comercialización, asesoramiento, distribución de pinturas, revestimientos y materiales afines y que factura unos $ 100 millones.

Ortega no baja los brazos fácilmente. Cuando tuvo que atravesar esa crisis, se repitió a sí mismo que aún era joven, que el país y la vida le estaban dando una segunda oportunidad y que él era un experto en el tema que manejaba. Se convenció de que el fracaso de su anterior pyme no había sido por culpa de un mal manejo ni por desconocimiento en su metier, sino por situaciones propias de un país muy difícil como lo es la Argentina. Y era un desafío personal lograr nuevamente, corrigiendo errores, ser un referente dentro de este rubro.

A la hora de aconsejar a emprendedores, sintetiza: “En 40 años de trabajo podría decir que tengo un master en manejo de crisis y situaciones inesperadas. Que no se decaigan frente a la adversidad, que aprendan de los errores para no volver a cometerlos, que quebrar y volver a empezar no es la muerte de nadie. También que recuerden que vivimos en la Argentina y eso implica muchos riesgos. Sobre todo, a quienes emprenden como cuentapropistas. A eso hay que sumar la inestabilidad económica. Hay que estar siempre alerta ante las situaciones inesperadas que puedan surgir –la del coronavirus es una de ellas- y que hay que actuar inmediatamente”.

Sui Color tiene seis locales propios y, entre sus proyecciones a corto y mediano plazo, analiza abrir nuevos locales en otras provincias, como Córdoba y Santa Fe, además de empezar a franquiciar y de seguir potenciando su canal de venta online.

9- Invertir en el negocio

Nicolás Grichener y Rodrigo Dos Santos iniciaron Infopan en 2012, cuando tenían 27 y 26 años, respectivamente. Se habían conocido en la Universidad de Morón, donde cursaron la licenciatura en Comercialización y gestaron la idea de impulsar un emprendimiento juntos, con una inversión inicial de $ 5000.

Hoy, comandan esta compañía de triple impacto que reparte gratuitamente bolsas impresas con publicidad, de papel 100% ecológico, y que tiene presencia en 18 provincias, y en Colombia.

“Teníamos una idea interesante y una estrategia para instalarla en el mercado. Nuestra formación académica nos dio muchas herramientas para hacer ese trabajo. Sabíamos que, de una u otra forma, la idea iba a impactar positivamente”, recuerdan.

Al principio, no todo fue sencillo: “La proyección que habíamos hecho distaba mucho de la realidad; fuimos ajustando el producto a partir de visitar anunciantes, escuchando sus necesidades y las de todas las partes involucradas. En síntesis, entendiendo lo que el mercado pedía”, sostiene Dos Santos.

A Dos Santos le sirvió mucho un posgrado que cursó: “Cada lunes nos visitaba el dueño o CEO de una empresa importante para contarnos su historia. Ninguno era Steve Jobs o Albert Einstein, sino personas normales que habían iniciado sus negocios en la mesa de un bar o en un garaje”.

Las principales recomendaciones son: "Tomarse el tiempo de saber qué los apasiona laboralmente; trabajar en consecuencia, ser disciplinados y dedicarle tiempo todos los días (idealmente tres o cuatro horas diarias para empezar) y, cuando el emprendimiento tome vuelo, invertir en el negocio: tiempo, recursos capitales, humanos y académicos (un curso de Marketing puede brindarles herramientas para entender cómo funciona el mundo capitalista y saber cómo manejarse en él)”, concluyen.

10- Elegir a los socios

Tras una inversión inicial de u$s 400.000, en 2017, Juan Escofet, Paul B. O’Shanghnessy y José Luis Vignaroli crearon Agente Central, una empresa de tecnología aplicada a la seguridad de la propiedad privada que factura $ 30 millones al año y emplea a 33 personas.

Licenciado en Dirección de Negocios, profesor universitario y consultor, Escofet, CEO de Agente Central, recomienda: “Para que una receta salga bien, lo fundamental son los ingredientes. Y estos elementos, muchas veces, están en los socios. Quiénes son ellos y qué aportan tiene que tener una profunda razón de ser. No tiene sentido asociarse con amigos por el mero hecho de que son amigos: debe ser alguien que nos pueda complementar en relación con lo que un negocio en particular necesita de nosotros”.

Otro de sus consejos es que los emprendedores “aprovechen que estamos en un momento de convergencia de lenguajes y de significados, en el que muchas de las empresas que están en el mercado tienen olor a viejo, son lentas e inflexibles, tienen miopía, interpretan mal. Todavía hay gente preocupada por cómo te vestís. Y, por último, que trabajen con eficiencia, respetando mucho el trabajo propio y el ajeno, y que lo hagan con entusiasmo; esto último mueve mucho la aguja cuando un proyecto te necesita y te necesita y te necesita. El proyecto no tiene a nadie que lo represente, excepto vos, hasta que se torna independiente”, comenta Escofet, al frente de la firma que concentra el 80% de sus clientes en los barrios porteños de Caballito, Belgrano y Palermo.

Agente Central trabaja bajo un modelo de impact hiring, con el cual emplea a personas del colectivo crónicamente excluidos del mercado laboral: personas con discapacidad, marginadas, entre otras. Actualmente posee 33 colaboradores, de los cuales 12 son personas con discapacidad.

Fuente: El Cronista