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La cartera de microcrédito en el país creció 30% pero sólo atiende a 5% de los potenciales tomadores (18/10/2017)
La cartera de microcrédito en el país creció 30% pero sólo atiende a 5% de los potenciales tomadores

Según el último mapeo de Instituciones de Microfinanzas en Argentina, el sector se expandió respecto al año anterior en cuanto a cantidad de entidades que lo conforman y al monto de los préstamos otorgados. Sin embargo, se estima que hay unos dos millones de personas que desarrollan un emprendimiento o actividad laboral y que siguen por fuera del sistema financiero formal. El principal desafío de las entidades es llegar con instrumentos reales de inclusión financiera a toda esa población desatendida.

Por Natalia Riva- [email protected]

En Argentina funcionan alrededor de 51 instituciones de microfinanzas (IMF) que llegan a 74.775 prestatarios activos, otorgan más de 79.300 préstamos y cuentan con una cartera bruta de $1.795.493.645 pesos, a un promedio de $24.012 por crédito. Los datos surgen del último Mapeo de Instituciones de Microfinanzas de Argentina (julio 2017) realizado por la Red Argentina de Instituciones de Microcrédito (Radim), este año en colaboración con Foncap Finanzas Inclusivas.
Siguiendo los datos del informe, en el período diciembre 2016-junio 2017 se observa que el sector creció: así lo evidencia el aumento de 29,9% en la cartera total. Más aún, en el período bajo análisis se logró mapear 16 por ciento más de IMF (en diciembre del año pasado había 44), en general pequeñas.
Sin embargo, a pesar de este crecimiento -que se debió más a la evolución de los préstamos promedio que a la cantidad de prestatarios- aún se sigue sin satisfacer la enorme cantidad de posibles tomadores de microcréditos que hay en Argentina: “Siendo conservadores, sabemos que hay más de dos millones de personas (pueden llegar a ser cuatro millones) que llevan a cabo un emprendimiento o una actividad laboral independiente y que no tienen acceso a los servicios financieros formales y que les vendría muy bien una ayuda financiera”, explicó a Comercio y Justicia Federico Wainhaus, gerente General de Foncap.
En este sentido, advirtió que en el relevamiento realizado se mapearon cerca de 75 mil personas que accedieron a algún micropréstamo y, sumando las instituciones que quedaron fuera del relevamiento, ese número puede elevarse a 100 mil prestatarios. Esto representa apenas cinco por ciento del total de los posibles beneficiarios de esta herramienta de inclusión financiera.
A pesar de esto, las IMF muestran, de a poco, signos de crecimiento. Por ejemplo, según los datos del mapeo, estas entidades contrataron 11,4 por ciento más de personal (1.029 empleados). Más aún, a junio de este año (último dato disponible) se observa que de las 51 instituciones mapeadas, 59 por ciento es pequeña, 22 mediana, y el resto, 19 por ciento, grande.
Con respecto al “préstamo promedio”, este crece con el tamaño de la institución: así, las pequeñas tienen un promedio de 289 dólares; las medianas, de 598 dólares; y las grandes, de 1551 dólares.

Oportunidades y desafíos
El gerente del Foncap trazó un panorama de la realidad de las microfinanzas en Argentina y aseguró que el país se “ha quedado bastante detrás de muchos países de la región, donde algunos -como Perú y Bolivia- fueron líderes mundiales en la materia”.
“Por distintas razones, Argentina no pudo avanzar mucho en temas de inclusión financiera. En algún punto son cuestiones culturales con relación al autoempleo, en un país con una fuerte preponderancia histórica de valorar socialmente más el empleo en relación de dependencia. También existieron cuestiones políticas y económicas que hicieron que el microcrédito no prenda en Argentina como en otros países”.
En este contexto, Wainhaus añadió que la entidad que dirige tiene hoy “una oportunidad histórica para dar impulso a las microfinanzas y lograr que éstas sean una herramienta significativa en el logro de la mejora económica y social de todos los argentinos que hoy están excluidos financieramente”.

En torno a las oportunidades, el representante de Foncap hizo hincapié en que, actualmente, la inclusión financiera forma parte de la agenda global de la mayoría de las instituciones mundiales: el G20, el Banco Mundial o la ONU. “Todas incluyen este tópico como uno de los ejes estratégicos sobre el cual trabajar y uno de los caminos para lograr la mejora socio-económica del mundo”, puntualizó.
Por otro lado, añadió, “la apertura económica y la posibilidad de ingresar y sacar fondos del exterior hace que instituciones, organismos multilaterales o fondos internacionales hoy miren con buenos ojos al país y ellos son una importante fuete de liquidez”.
Más aún, destacó que la inclusión financiera es un eje del Gobierno nacional y eso se está viendo en acciones ejecutivas: “Un caso concreto es la reciente creación del Consejo de Coordinación de la Inclusión Financiera, cuya función es la elaboración e implementación de políticas de acceso universal a servicios bancarios y financieros, con el objetivo de combatir la informalidad en la economía, ampliar los beneficios de la bancarización a todos los ciudadanos y disminuir las tasas de interés para los sectores más vulnerables y que más necesitan el apoyo de las políticas públicas del Gobierno”, ejemplificó.

El surgimiento de fintechs en el mundo (emprendimientos tecnológicos orientados a las finanzas) también es un hecho que Wainhaus remarca como una oportunidad: “Si bien aún hay muy pocos casos de éxito rotundo de la tecnología aplicada a las finanzas, sí es una realidad que estas herramientas están emergiendo y que traerán muchas posibilidades para que sea más accesible llegar a la gente que menos tiene, basándose en parámetros muy distintos a los que tiene la banca formal”.
Por último, el gerente destacó la importancia de que todos los referentes de las IMF trabajen en conjunto con el objetivo de promover la inclusión financiera y el desarrollo del sector. “Somos conscientes de que, si no trabajamos todos juntos, no vamos a poder cambiar la realidad. Debemos evitar la competencia poco fructífera y lograr la sinergia”, dijo.

Córdoba, polo productivo
En la provincia de Córdoba, según los datos del mapeo de Radim, funcionan unas cinco IMF, lo que la coloca en el quinto lugar después de Buenos Aires (con 25), CABA (9), Jujuy (9) y Salta (7).
“Córdoba, que siempre fue uno de los centros productivos más importantes, tiene una particularidad que es la importante dispersión geográfica de sus pueblos rurales, lo que muchas veces dificulta llegar con esta herramienta. Pero allí sabemos que la gente de la Fundación Banco de Córdoba y la Fundación ArgenInta están haciendo un muy buen trabajo a través de agentes territoriales (ver recuadro)”, apuntó Wainhaus.

Fundación Banco de Córdoba
“En los últimos meses se incrementó la solicitud de créditos”

En la provincia, la Fundación Banco de Córdoba (FBCO) cumple un rol protagónico en cuanto al otorgamiento de micropréstamos (ver: Líneas disponibles). Manuel Epelde, gerente de la entidad, explicó a Comercio y Justicia que, en este momento, la cartera activa de microcréditos de la Fundación Banco de Córdoba es de 50 millones de pesos “que están en la calle y que fueron otorgados en el último año y medio”.
Esto representa unos 1.200 créditos particulares, por un monto promedio que va de los 38 mil pesos a los 40 mil pesos.  “Un dato llamativo es que tenemos una mora de apenas siete por ciento, muy por debajo de la mora de la banca tradicional; siendo las mujeres mejores pagadoras que los hombres”, puntualizó Epelde.
También destacó que en los últimos tres meses se incrementó el volumen de solicitudes de crédito: pasaron de 35 pedidos semanales a 50 solicitudes por semana.  Respecto a los destinatarios, el principal rubro de los tomadores de créditos es el productivo; luego le sigue el agropecuario; el de comercio está en tercer lugar, y en el cuarto puesto, el de servicios.
Por último, Epelde destacó que recientemente la fundación suscribió los avales y garantías en el Foncap de un crédito de 15 millones de pesos para financiar emprendedores de la Provincia de Córdoba. “Ya llevamos ejecutados los primeros ocho millones, para los cuales teníamos 90 días para colocarlos”, dijo el gerente.

Lineas disponibles FBCO

Línea Micro 1:
Para: Capital de trabajo – compra de mercadería, insumos, semillas,
alimentos, etcétera.
Destinada al capital de trabajo como refuerzo de la economía familiar.
Monto prestable: hasta $30.000.
Tasa de interés: 15% anual fijo.
Forma de pago: amortizaciones
mensuales.
Plazo máximo: hasta 12 meses
Plazos de gracia: no tiene.
Garantías: de terceros, recibo de sueldo o certificación de ingresos.

Línea Micro 2:
Para: compra de herramientas,
reproductores, máquinas, mejoras en
infraestructura, etcétera.
Destinada al capital de trabajo,
herramientas, máquinas, reproductores e infraestructura como refuerzo de la economía familiar.
Monto prestable: hasta $50.000.
Tasa de interés: 15% anual fijo.
Formas de pago: amortizaciones
mensuales.
Plazo máximo: hasta 24 meses
(incluye el plazo de gracia)
Plazos de gracia: hasta 4 meses.
Garantías: personales de terceros, recibo de sueldo o certificación de ingresos.

Línea Micro 3:
Para: incluye una inversión mixta, con lo estipulado para las líneas Micro 1 y Micro 2.
Destinada al capital de trabajo,
herramientas, máquinas, reproductores e infraestructura como refuerzo
de la economía familiar.
Monto prestable: hasta $80.000.
Tasa de interés: 15 % anual fijo.
Formas de pago: amortizaciones
mensuales.
Plazo máximo: hasta 36 meses
(incluye la gracia)
Plazos de gracia: hasta 6 meses.
Garantías: personales de terceros a saber, recibo de sueldo o certificación
de ingresos.
Más info: www.fbco.com.ar

Fuente: Comercio y Justicia