Las pequeñas y medianas empresas (pymes) son las que imponen el ritmo al crecimiento económico gracias a la diversidad productiva y el liderazgo en la generación de empleo, más en las economías regionales. Con el viento a favor generado en la nueva etapa política en la Argentina, el sector observa buenas expectativas para este año según el reciente estudio.
Sobre el futuro inmediato, el 59% de las pymes consultadas considera que la situación general será mejor, el 25% cree que se mantendrá sin cambios y el 16% restante señala que puede empeorar, pero de manera moderada. El relevamiento del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), de la Fundación Mediterránea, asegura que el 65% de las empresas espera incrementar de sus ventas este año, un 46% prevé una mejora en la rentabilidad, el 35% aguarda aumentar las inversiones y apenas 22% tomará mas personal. Pero el 68% de las firmas mantendrá el nivel ocupacional.
También importa conocer cuales son los impedimentos actuales que deben superarse para fortalecer competitivamente tanto a las microempresas, a las medianas y a las grandes. En general existen cinco obstáculos principales, con respecto a la situación en 2015. Son la presión tributaria, los costos laborales, la inflación, la incertidumbre macroeconómica y los problemas de financiamiento. Sobre este último recurso, el corto plazo con que cuentan las minipymes, factor clave para su desarrollo, ubica el capital propio con 37%; seguido por financiamiento de proveedores y descuento de cheques 19%; el 12% tiene como principal fuente el crédito privado y 5% el público. El pulso de las pymes es el de la macroeconomía.
Fuente: Diario de Cuyo
