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Estudio IERAL: El Turismo Internacional en la Argentina (14/07/2011)
Estudio IERAL: El Turismo Internacional en la Argentina

Una Argentina Competitiva, Productiva y Federal - Doc nº 17

Resumen ejecutivo

Este documento forma parte de un importante estudio llevado adelante por los investigadores del IERAL de Fundación Mediterránea entre los años 2009 y 2010, que tuvo como objetivo principal identificar, evaluar y proyectar oportunidades de generación de valor económico y empleo en una serie de cadenas productivas del país, bajo una estrategia que prioriza la mayor inserción internacional de la producción, pero sin descuidar el fortalecimiento del mercado interno. En este caso se resumen los principales resultados obtenidos para la cadena del turismo internacional.

El turismo internacional en la Argentina ha tenido un muy buen desempeño durante la última década. Considerando el período comprendido entre 1998 y 2009, el ingreso de turistas no residentes creció un 43% desde los 3 millones a los 4,3 millones de personas.

En el mismo lapso el turismo internacional creció en el mundo a una tasa promedio del 26%, mientras que algunos de nuestros países vecinos como Brasil y Uruguay sólo registraron aumentos del 2% y 3% respectivamente.

Los mejores resultados de la Argentina son en parte explicados por la devaluación del peso en 2002, que impulsaron los arribos. Sin embargo, y a pesar de la progresiva licuación de nuestra ventaja cambiaria, las estimaciones oficiales para el 2010 dan cuenta de una fuerte recuperación a partir de los efectos negativos que tuvo sobre el turismo la crisis financiera internacional durante el 2009. En este sentido se habrían obtenido cifras levemente superiores a los 5 millones de visitas, aunque estos datos son todavía preliminares.

Con relación a la participación del turismo internacional en el PBI, en promedio ha representado el 1,5% durante el período considerado. Asimismo el empleo directo e indirecto generado por la actividad habría ascendido a casi 270 mil puestos de trabajo en 2009, es decir el 1,6% del empleo total de la Argentina.

En el escenario internacional Argentina se ubica en el puesto 45 en cuanto al arribo de turistas internacionales, muy cerca de Brasil que se posiciona en el número 43.

Los primeros diez lugares del ranking están compuestos en su mayoría por destinos emblemáticos como algunos países de Europa Occidental y EE.UU. Sin embargo, y con la excepción de Turquía y Malasia, el resto de los líderes ha crecido muy por debajo del promedio mundial. Los destinos más dinámicos han sido los no tradicionales, con países como Ucrania, Siria, Jordania y Bulgaria expandiéndose por encima del 100%.

Las proyecciones para la Argentina hacia el año 2020 son muy promisorias. Según la World Tourist & Travel Council (WTTC) las visitas de extranjeros podrían crecer un 65% llegando a las 7,6 millones, produciendo un ingreso o valor agregado de US$ 10,4 mil millones y creando cerca de 500 mil puestos de trabajo.

Aún así se crecería por debajo de lo previsto para Brasil y Chile, que avanzarían a tasas del 73% y 75% respectivamente. Una manera de mejorar las proyecciones para la Argentina y superar a nuestros vecinos es captar los mercados de los RICs (Rusia, India y China).

Hasta hace poco estos nuevos turistas no podían viajar por el mundo por razones políticas y/o económicas, pero el importante crecimiento reciente y esperado de sus economías e ingresos hace que su demanda por turismo internacional también aumente.

Desde el año 2000 las salidas al exterior de turistas rusos ha crecido en un 255%, la de los indios en el 150% y la de los chinos en un impresionante 380%.

La participación de nuestro país en estos mercados es prácticamente nula, pero pueden emprenderse acciones para cambiar esta situación.

Entre las políticas más relevantes pueden mencionarse las siguientes:

Debería eliminarse el visado requerido a los ciudadanos indios y aceitar la obtención para el caso de los chinos. La necesidad de visa es uno de los principales factores que los turistas RIC´s evalúan a la hora de elegir un destino.

Como el turismo en China está todavía intervenido por el Estado, también se pueden establecer acuerdos "comerciales" entre gobiernos para lograr un flujo de intercambio, en este caso turístico.

Otra política que ya está siendo llevada a cabo por varios países es la instalación de oficinas turísticas en las principales ciudades emisoras como por ejemplo Beijing, Nueva Dehli, Moscú, etc. Estas tendrían el propósito de promocionar el destino Argentina, capacitar a los agentes turísticos in situ y brindar información relevante en los idiomas locales, atributo que es altamente valorado.

Uno de los principales escollos a superar es el del lenguaje. Tanto rusos como chinos no manejan en general el inglés, por lo que es necesario diseñar el material promocional (brochures, páginas web, etc.) en sus respectivos idiomas. Lo mismo corre para una inversión en capacitación de idiomas para todos los operadores turísticos como personal de hoteles, agencias de viaje, restoranes, etc. El otro obstáculo clave lo constituye la brecha cultural, que demanda entrenamiento para manejar una idiosincrasia totalmente diferente y evitar situaciones que puedan resultarles ofensivas.

Debido a las distancias una manera de atraer a estos visitantes puede ser la de ofrecer paquetes multi destino, por lo que pueden coordinarse esfuerzos con nuestros vecinos y encarar promociones conjuntas. Una excelente manera de comenzar a vender el destino Argentina ante estos mercados es aprovechar el ahorro en promoción que implica el mundial 2014, ofreciendo el país como destino adicional a los visitantes que viajarán a Brasil por ese motivo.

La Organización Mundial del Turismo (OMT) estima que para el año 2020 Rusia, India y China emitirán unos 180 millones de turistas internacionales.

Si Argentina lograra captar tan solo el 0,6% de este flujo, esto representaría un ingreso adicional de un millón de turistas. En términos de impacto económico significaría un valor agregado extra de US$ 1,4 mil millones y 62 mil nuevos puestos de trabajo; mejorando con ello el crecimiento proyectado para Brasil y Chile.


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