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Estudio IERAL: Cadena de Productos Lácteos (17/05/2011)
Estudio IERAL: Cadena de Productos Lácteos

Una Argentina Competitiva, Productiva y Federal - Doc. n° 6

Resumen ejecutivo

 

Este documento forma parte de un importante estudio llevado adelante por los investigadores del IERAL de Fundacion Mediterránea entre los años 2009 y 2010, que tuvo como objetivo principal identificar, evaluar y proyectar oportunidades de generación de valor económico y empleo en una serie de cadenas productivas del país, bajo una estrategia que prioriza la mayor inserción internacional de la producción, pero sin descuidar el fortalecimiento del mercado interno.

En este caso se presentan los resultados del estudio sobre el potencial de la cadena de productos lácteos en Argentina.

El trabajo realizado parte de la premisa que con un mercado interno que se encuentra relativamente bien abastecido, todo incremento significativo de la producción de leche exigirá colocar excedentes crecientes de productos lácteos en otros países. En otras palabras, el principal desafío de la cadena láctea de Argentina en los próximos anos será el de apalancar un proceso de crecimiento mejorando significativamente sus niveles de inserción internacional.

Afortunadamente para esta estrategia, existen proyecciones optimistas respecto a la evolución del consumo mundial y del comercio exterior de productos lácteos en los próximos diez años. En efecto, el último informe de la OECD-FAO trabaja con una pauta de crecimiento del consumo mundial de entre el 2% y 3% promedio anual para el período 2010/2019 (según productos y destinos).

Se prevé que algunos mercados regionales crezcan más que otros. En el mercado del queso, por ejemplo, los países que podrían liderar la expansión del consumo (por habitante) serían básicamente del Asia, caso de Vietnam, Corea del Sur, China, Tailandia, Malasia e Indonesia. En la lista de los diez mercados más dinámicos se encontrarían también tres latinoamericanos (Venezuela, Perú y Brasil) y un país Europeo (Ucrania). En el caso de la Leche en Polvo, a los países mencionados se les agregan otros tales como Rusia e India.

Puede deducirse de la lista de países que la expansión del consumo se concentrara en economías en desarrollo. Esto tiene que ver con tres circunstancias: a) muchos de estos países tienen muy buenas perspectivas de crecimiento, tasas de expansión del ingreso por habitante que están muy por encima de lo que se prevé para países desarrollados; b) el consumo por habitante de productos lácteos, medido por litros de leche consumida equivalente, es bajo en muchos de estos países emergentes, caso de China, que tiene un consumo de menos de 50 litros año per capita (un cuarto del consumo que tiene Argentina); c) el consumo de productos lácteos, al igual que el de otros productos, responde favorablemente al incremento de los ingresos; las familias tienden a sustituir proteínas vegetales por proteínas animales y alimentos de mayor sofisticación a medida que mejoran su situación económica.

El desafío de mayor inserción internacional es muy importante, más cuando se repara en el cuasi estancamiento de la participación de la producción láctea argentina en los mercados mundiales en la última década. En efecto el market share de Argentina del ano 1999 es similar al del año 2009 (1,3%). La inserción máxima en el período se encuentra en el año 2006, con una participación del 1,6%. Luego de este último año, y lamentablemente, la combinación de problemas climáticos y una serie de políticas públicas desafortunadas, harían replegar tanto a la producción como a las exportaciones (en perspectiva internacional).

De todos modos, hay experiencias de países exitosos que indican que es perfectamente posible que un país con las ventajas productivas de Argentina sea un actor de peso en los mercados mundiales. Nueva Zelanda, un país con menos superficie agrícola, con menos dotación de granos, y también alejado de los grandes centros de consumo del mundo, dispone de más del 10% del mercado internacional (incluyendo el comercio entre países de Europa; la participación del país de Oceanía aumenta si se toma a la UE como un bloque y se excluye el comercio entre los países que la integran). Nueva Zelanda exporta mucho más que Argentina incluso a países que se encuentran muy distantes de la Isla y mas próximos a la Argentina. Por caso, Nueva Zelanda exporto US$ 223 millones a Venezuela en el 2009, cuando Argentina exporto solo US$ 80,6 millones, es decir un 36%.

De la mano de la recuperación del rodeo y de una mejora de productividad, la producción de leche cruda en Argentina puede crecer al 4,8% promedio anual, llegando a los 16.000 millones de litros al 2020. Este incremento de producción requiere ser canalizado hacia los mercados interno y externo. Si el mercado interno crece al 2% anual (pauta razonable), la exportación enfrentará un desafío de magnitud: el volumen de productos lácteos exportados deberá pasar de 269 mil toneladas en 2010 a 965 mil toneladas en el 2020.

La colocación del excedente es un objetivo ambicioso. Argentina deberá capturar un elevado porcentaje del crecimiento esperado en el consumo mundial de lácteos de los próximos diez años. La salida exportadora deberá estar muy aceitada a los efectos de que no se produzcan sobreofertas de leche cruda en el mercado interno, con el consecuente efecto adverso sobre el precio interno de la materia prima (el timing será clave).

Si se cumple con la proyección de volúmenes colocados y si se suponen determinados precios de exportación (levemente inferiores a los niveles actuales), la cadena estaría en condiciones de generar divisas por un monto de US$ 2.927 millones en el 2020, multiplicando en 3,6 veces las exportaciones de inicio del período (US$ 800 millones). La generación de empleo pasaría de 80.500 puestos de trabajo a 119.285 puestos, con un incremento del 4% promedio anual, inferior al crecimiento esperado en la producción (volumen de leche) en función que se suponen mejoras de productividad tanto en la industria como en los tambos.

Para crecer al 4,8% anual en un periodo de 10 años, se requerirá de mucho capital. Estimaciones conservadoras indican que se requerirá de un flujo anual de US$ 461 millones (promedio), que incluye tanto el financiamiento de la ampliación de la capacidad de producción como el capital de trabajo adicional que se requiere para la comercialización. La necesidad de capital (respecto del que dispone hoy la cadena) puede ser mayor si la cadena actualmente no esta invirtiendo lo suficiente como para cubrir todas las amortizaciones (si la inversión neta está siendo negativa).

El monto de inversiones y la necesidad de capital resultaría mayor en los tambos que en la industria, dado que los primeros requieren de importantes mejoras en instalaciones y equipamientos, además de un gran capital para incrementar el rodeo de vacas de tambo.

El financiamiento bancario hacia la cadena (dos primeros eslabones), que viene creciendo a una tasa del 19% anual en los últimos años (en dólares), sólo alcanzaría para cubrir el 14% del financiamiento que requerirá la cadena si decide ampliar su capacidad de producción y operativo al ritmo definido en este trabajo. Como corolario del análisis surge que una gran limitante para sostener un proceso de crecimiento de la cadena puede ser la disponibilidad de suficientes fuentes de financiamiento, fuentes que ofrezcan, obviamente, condiciones de acceso competitivas y adaptadas a los plazos de producción / comercialización y/o recupero de las inversiones.

Objetivos de producción y de inserción como los planteados requieren de un contexto macroeconómico mas estable (precios, tipo de cambio) y más previsible (permanencia en el tiempo de las decisiones). Exige también por definición no volver a instrumentar cualquier tipo de política de desaliento a la exportación (derechos de exportación, registros no automáticos de exportación, precios máximos, etc.).

Existen también ámbitos donde la intervención pública será genuinamente necesaria, al contribuir a mejorar el funcionamiento de la cadena. Se pueden mencionar las siguientes acciones públicas: a) Generación de herramientas de información pública confiable, que permitan mejorar la transparencia comercial y generar capital social entre el eslabón primario e industrial; b) Implementación de la "Ley de Liquidación Unica”, para unificar la metodología de formación del precio de la leche cruda a nivel nacional reconociendo una retribución diferencial por cantidad de sólidos y calidad higiénico-sanitaria de la leche; c) Profundización de acciones para continuar reduciendo la informalidad en los eslabones de la cadena, mejorando los mecanismos de "fiscalización" dentro de la cadena y en el eslabón de distribución y comercialización; d) Políticas tendientes a incrementar la oferta de personal especializado para tareas del tambo, creando por ejemplo la "Carrera o Profesión de Tambero"; e) Acceso al financiamiento acorde a los tiempos de repago de la actividad (5 a 10 años); f) Política de Comercio Exterior que garantice constante apertura exportadora al sector lácteo, evitando interrupciones arbitrarias de las exportaciones lácteas argentinas; g) Formular/reformular normativa y regulación referida al Uso de la Tierra en Planteos de Producción Ganadera Intensiva/Confinada, de manera que la misma señale un claro camino a la inversión en mecanismos/sistemas para mitigación/eliminación de todo impacto ambiental negativo sin poner en crisis financiera al establecimiento productivo; h) Construcción de un mercado de futuros de leche cruda y productos lácteos, a los efectos de manejar riesgos de mercado y descubrimiento de precios; i) Definición y puesta en marcha de mecanismos que reactiven la inversión en Infraestructura Portuaria y Ferroviaria Estratégica, para mejorar la disponibilidad de servicios de carga multimodal en cantidad y a costos competitivos respecto a niveles internacionales.

 

 


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