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Estudio IERAL: Cadena aviar (21/06/2011)
Estudio IERAL: Cadena aviar

Una Argentina Competitiva, Productiva y Federal - Doc nº 12

Resumen ejecutivo

 

Este documento forma parte de un importante estudio llevado adelante por los investigadores del IERAL de Fundación Mediterránea entre los años 2009 y 2010, que tuvo como objetivo principal identificar, evaluar y proyectar oportunidades de generación de valor económico y empleo en una serie de cadenas productivas del país, bajo una estrategia que prioriza la mayor inserción internacional de la producción, pero sin descuidar el fortalecimiento del mercado interno.

En este caso se presentan los resultados obtenidos para la cadena aviar argentina, en un análisis que va abordando diferentes temas de interés con un doble objetivo: a) aportar elementos que permitan identificar aquellos factores que han contribuido a generar el gran éxito productivo de esta cadena en los últimos años; b) proyectar un escenario que permita visualizar cómo podría ser la situación de la cadena en el 2020 en cuanto a sus variables fundamentales, identificando las condiciones macroeconómicas y específicas a la cadena que facilitarían el camino que lleva a los objetivos propuestos.

En 2010 se faenaron 615 millones de pollos en el país, una cifra que más que triplica la faena de comienzos de la década de los 90. Entre 1991 y 2010 la faena de pollos ha crecido al 7% promedio anual. El período más expansivo se observa en los últimos 7 años. En efecto, se registra una tasa de crecimiento anual promedio del orden del 12% entre los años 2003 y 2010.

En la aceleración del crecimiento observada en los últimos 7 años contribuirían: a) Un tipo de cambio más alto (que protegió al sector de la competencia en el mercado interno y le confirió competitividad en el mercado externo); b) Un contexto de derechos de exportación diferenciales (considerablemente más elevados para la soja y el maíz que para la carne aviar); c) Una importante suba en los precios internacionales de la carne aviar en el período 2007/2010; d) un programa de subsidios a los faenadores avícolas (por ventas a consumo interno) aplicado a partir del 2007; e) las restricciones cuantitativas a la exportación de maíz aplicadas desde el 2009 (que bajarían aún más el precio del cereal en el mercado interno, bajando los costos de la cadena).

La mayor producción de carne aviar se ha destinado tanto a abastecer un consumo interno creciente como a satisfacer la demanda en mercados internacionales. En el año 1991, el consumo interno por habitante (promedio) rondaba los 12 kilos año. En el 2010 superó los 34 kilos por habitante.

Una de las claves del fuerte crecimiento del consumo interno está asociada al encarecimiento de la carne bovina respecto de la carne aviar (o al abaratamiento de esta última). De acuerdo a estimaciones realizadas sobre la base de datos del IPCVA, un kilo de carne bovina valía 1,5 kilos de carne aviar a comienzos de la década de los 90, esta relación era de 2 a 1 hacia los años 2006/2007 y oscila en un rango de entre 2,5 y 3 veces desde el 2009 hasta la actualidad.

El mercado externo fue el otro destino del crecimiento productivo de la cadena. Hasta el 2001 Argentina era un importador neto de carne aviar, luego de ese año el intercambio se volvió favorable al país y el saldo positivo se fue acrecentando con el paso de los años. De un déficit de 26 mil toneladas en el año 1997 se pasó a un superávit de 266 mil toneladas en 2010. En el último año Argentina exportó 284 mil toneladas de carne aviar e importó sólo 18 mil toneladas.

Las exportaciones argentinas de productos de la cadena aviar representaron en el año 2009 el 1,14% de las exportaciones mundiales. Como referencia, considérese dos datos: a) la participación era del 0,22% en 1998; b) la participación de Argentina en todas las exportaciones no llega al 0,5%.

Las exportaciones de la cadena aviar se encuentran altamente diversificadas según destinos. En el año 2009, Chile y China representaban los dos principales destinos, con el 16% y el 15% de las exportaciones respectivamente. Luego se encontraba un grupo de varios países que concentraban entre el 3% y el 7% de las exportaciones, estos eran Sudáfrica, Venezuela, Rusia, Holanda, Alemania, Arabia Saudita y el Reino Unido.

Si se compara la estructura de destinos de Argentina del 2009 respecto a la de Brasil y Estados Unidos, los dos exportadores líderes del mundo, se puede señalar lo siguiente: a) Brasil destinó el 11,5% de sus exportaciones a Japón, mientras que Argentina prácticamente no vendió en ese mercado; b) La participación de tres países europeos de altos ingresos (Reino Unido, Alemania y Holanda) es muy similar en Argentina y en Brasil (12% y 11% de las colocaciones totales respectivamente); c) Brasil llega con mucho más fuerza a Arabia Saudita, destino que representa casi el 14% de sus exportaciones totales, mientras que sólo el 4% para Argentina; d) Para Estados Unidos hay un mercado muy importante, el del NAFTA (México y Canadá), al que destina el 20% de sus exportaciones, mientras que Argentina y Brasil prácticamente no venden en ese mercado; e) Rusia es otro mercado clave para Estados Unidos, representa el 18% de sus colocaciones; para Argentina y Brasil, el país asiático es un destino relevante pero no tan determinante (4% y 2% de las exportaciones respectivamente); f) China con todos sus espacios políticos (China continental, Hong Kong y Taiwán) representa el 22% del mercado de la cadena aviar americana, mientras que participa con el 17% para Argentina y con el 12% para Brasil.

El principal importador mundial de productos de la cadena aviar es Japón, cuyas importaciones alcanzaron los US$ 2.783 millones en el año 2008, sin embargo, es un mercado que crece más lentamente en relación a otros mercados importadores de magnitud. Por ejemplo, mientras que Japón creció al 8,5% promedio anual en el periodo 1998 - 2008, China (séptimo importador mundial) creció al 45,5% promedio interanual. Otro mercado relevante para ser destacado es el de Rusia, que ocupando el quinto lugar en el ranking de importadores, sus importaciones crecieron al 31,6% promedio interanual en el periodo considerado.

La cadena aviar representa una gran oportunidad de transformación del maíz. De acuerdo a estimaciones propias, en el año 2009 una tonelada de maíz transformada en carne aviar se vendió a un precio de US$ 678 la tonelada. Considerando que el precio de exportación del maíz (Precio FOB) se aproximó a los US$ 168, se deduce que con la exportación de la carne aviar se multiplicó por 4 el valor del maíz utilizado.

En un escenario posible, la producción de carne aviar en Argentina puede llegar a las 2,34 millones de toneladas en el 2020, creciendo al 3,9% anual hasta el año referido, es decir, aminorando el ritmo de crecimiento que traía (12% anual en 2003-2010) pero manteniéndolo relativamente alto en relación a lo que crecerá el mercado, tanto interno como externo.

Este salto productivo implica acompañar un consumo interno de carne aviar por habitante que, de acuerdo a estimaciones propias, podría llegar a los 40 kilos en el 2020, y mantener un fuerte crecimiento en las exportaciones, del orden del 8,5% anual promedio hasta el 2020 (con tasas decrecientes a lo largo del período). Nótese que la OECD/FAO proyecta un crecimiento del 8,6% de las exportaciones de carne aviar de Argentina en el período 2010/2019, porcentaje similar al utilizado en la proyección propia. Como dato adicional, las exportaciones crecieron un 22% en volumen en el 2010.

Este incremento en la producción tendría impacto en el empleo (casi 30 mil nuevos puestos de trabajo a lo largo del período, incluyendo empleos directos e indirectos) y en las divisas aportadas por la cadena (las exportaciones llegarían casi a US$ 900 millones, duplicándose respecto del nivel del 2010, para un precio medio de exportación de US$1.400 / tonelada)

Si se cumple la proyección realizada y tomando en consideración las proyecciones de OECD/FAO respecto al tamaño del mercado mundial esperado, la participación de mercado de Argentina llegaría al 4,7% hacia fines del período (2020), quedando todavía muy lejos de la participación que ostenta Brasil, líder de mercado, que llegaría al 46% ese mismo año.

El objetivo 2020 planteado implica una importante inversión en ampliación de capacidad productiva. Se debe pasar de un nivel de faena de 615 millones de cabezas en 2010 a un nivel superior a las 900 millones de cabezas en 2020. Esto implica un salto en la capacidad instalada de las granjas y en la capacidad de faena de la industria. De acuerdo a estimaciones propias, se requerirá incorporar cada año unos 180 galpones nuevos (de tamaño promedio de 2400 m2 cada uno, unas 18 granjas con 10 galpones cada una) y una nueva planta faenadora (o ampliación de las existentes) de capacidad de faena de unas 30 millones de cabezas año.

En materia de política pública, las recomendaciones se concentran en los siguientes tópicos: a) mantener y mejorar el status sanitario que posee la Argentina; b) acompañar e inducir la migración de granjas que se encuentran rezagadas en términos tecnológicos hacia establecimientos con las instalaciones y el equipamiento moderno que requiere la cadena para seguir creciendo; c) avanzar en la baja simultánea y "compensada" de Derechos de Exportación sobre carne aviar (y otros productos de la cadena) y los granos (maíz en particular); d) desacelerar en forma importante el ritmo al que se están moviendo los precios de la economía (inflación) y por ende los costos en dólares de las empresas exportadoras; e) avanzar en otras medidas promocionales de política tributaria (reducción del impuesto a las ganancias societarias para las utilidades que se reinviertan, mayor automaticidad en las devoluciones impositivas, suba de los reintegros de exportación de manera tal que cubran toda la "carga tributaria" que tienen incorporada los productos que se exportan, etc.); f) definir e implementar una ambiciosa e inteligente agenda de acuerdos comerciales que lleve a la apertura de nuevos mercados (priorizando los mercados más dinámicos en los últimos años y los de mejores perspectivas); g) facilitar toda la operatoria (trámites, autorizaciones, etc.) que deben superar las empresas para salir con sus productos al mundo.

 


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