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Andy Stalman: ´Los empresarios pyme son héroes´ (27/03/2019)
Andy Stalman: ´Los empresarios pyme son héroes´

Así se refiere a los dueños de pequeñas y medianas organizaciones argentinas el especialista en branding Andy Stalman. Los desafíos que enfrentan las empresas en términos de construcción de marca. 

Andy Stalman es un observador nato de la realidad. Combina el ojo de un etnógrafo con la claridad de ser un gran expositor. Autor de Brand OOn y Human OOn, brinda conferencias por el mundo sobre lo que más sabe: branding. Al momento de la entrevista, lo encontramos en el aeropuerto de Johanesburgo a punto de embarcar para regresar a Madrid, donde vive.

¿Qué es el branding?

Para una empresa, una institución, una organización, un destino turístico, branding es todo. Es el proceso de creación, construcción y desarrollo de una marca, es aquello que te dota de alma, de personalidad. En esencia, el branding sigue siendo el de siempre, pero como nunca antes. Las nuevas tecnologías, internet, el imperio de los algoritmos, la inteligencia artificial, la conectividad, la gente siempre con la tecnología encima está llevando el branding a un nuevo paradigma. Yo lo llamé BrandOOn. BrandOOn no solo sintetiza este branding del futuro, sino que se ha transformado en un concepto práctico cada vez más extendido: o las marcas operan de manera integrada, indivisible, coherente y consistente tanto en el on como en el o o estarán out. Los mundos online y oline ya son uno y para las marcas la oportunidad de trabajar en establecer verdaderas relaciones con sus clientes.

¿Cómo está América latina con respecto al branding?

Muchos empresarios creen que en épocas de turbulencia y de incertidumbre lo mejor es bajar las velas y dejar que te lleve la corriente, en otras palabras, no invertir en marca y esperar a que lleguen las condiciones ideales. Pero siempre les digo, las condiciones ideales no existen ni existirán, por lo que el mejor momento para invertir en su marca es hoy. En América latina empieza a despertar una conciencia cada vez más extendida acerca de la importancia estratégica de las marcas. Empieza a asumirse que una buena estrategia de branding no es garantía de éxito, pero una mala o nula indudablemente es un pasaje de ida al fracaso. Para los que entiendan que la marca es un activo estratégico de sus negocios y pongan a la marca en el centro de su organización, el futuro tendrá viento a favor.

La forma de trabajar está mutando. ¿Cómo afrontamos el cambio?

Hay personas que ven los cambios como un problema y quienes los reciben como una oportunidad. Lo que la gente necesita no son más datos sino una nueva mentalidad. Nos han educado bajo el paraguas del miedo, el error se castigaba, la equivocación se castigaba, mientras que, en otros modelos, digamos EE.UU. hay un ámbito propicio para la exploración, la curiosidad. El cambio se abraza desde la confianza y no desde el temor. Para afrontar el futuro debemos potenciar la creatividad y la confianza en nuestros jóvenes y también asumir con sabiduría que el modelo de aprendizaje que conocimos ya caducó: hoy necesitamos seguir aprendiendo hasta el fin de la vida. En cuanto al mundo de las marcas, aplicar la teoría de las 4P + 4C los ayude a navegar:

Las 4P del branding son: Y cada P tiene su C (Personalidad- Creación; Propósito -Construcción; Promesa -Crecimiento; Pertenencia -Comunidad).

El branding es aquello que los puede hacer inimitables; aquello que los puede hacer destacar; que los puede atraer a la gente; que le puede dar sentido y sentimiento; que da valor.

¿Cómo es el bienestar del mañana?

Existen varios escenarios y la mayoría apunta a una sociedad cada vez más fragmentada. Varios de los indicadores principales de grandes instituciones hablan de un mundo cada vez mejor en cuanto al acceso de la población a la salud, la educación, a la democracia. Pero también seguimos viviendo en un mundo que tiene más de 500 millones de mujeres analfabetas, 8 millones de niños que hacen trabajo forzados o son esclavos, hambre y éxodo en Venezuela, siete años de guerra ¿civil? en Siria, una cantidad de desplazados sin precedentes. Las fake news y el yoismo sin límite a la vez que el hambre y enfermedades fácilmente erradicables se llevan por delante a millones de niños.

Para evitar ese futuro de brecha necesitamos cambiar nuestra mentalidad hoy. Empezar a actuar pensando en que o nos salvamos todos o no se salva nadie. Cambiando egoísmo por generosidad, el yo por el nosotros, los muros por los puentes y los abrazos. Existe la posibilidad de construir un futuro más humano, pero sólo lo conseguiremos empezando a trabajar para ello desde ya.

¿Cómo ve a las pymes en la Argentina?

Las pymes de la Argentina necesitan que se les haga un monumento. Los pequeños y medianos empresarios argentinos no son empresarios, son héroes. Llevar adelante su empresa en las condiciones del país es verdaderamente milagroso, pero al mismo tiempo increíble. Lo que falla es estructural, es sistémico. Las pymes están tan ocupadas en sobrevivir que apenas pueden dedicarle tiempo a lo importante y, aun así, se lo dedican. Poder apuntalar el tejido empresarial desde políticas nacionales, provinciales que permitan desarrollar el fabuloso talento argentino sería un buen comienzo. Mientras, que vean la marca como activo diferenciador no solo para el mercado local sino también para el internacional, el mundo está cada vez más interconectado, y nunca se sabe cuándo su producto o servicio trascenderá las fronteras.

La sociedad actual es smartphone-céntrica. Todo pasa por y a través de las pantallas del teléfono inteligente. La tecnología debe ser un medio, no un fin. Los países son personas, las empresas son personas, las marcas son personas, los ciudadanos y los clientes son personas, y quienes no entienden de personas no entienden del mundo, ni de negocios. Volver a poner al ser humano en el centro sería un primer paso para conectar con lo que importa: nosotros. La mentalidad humanocéntrica asume que la fuerza será de las máquinas, pero la empatía y la emoción, humana. Si no construimos el mundo que deseamos, otros lo harán por nosotros y no queremos que sean los malos. Lo único que de verdad transforma es la acción.

Fuente: El Cronista